Sobre la populachería apruebista

Son muchas las infografías, vídeos, audios, escritos en periódicos digitales y también físicos, etc… con propaganda de la campaña por el apruebo, para el cierre del proceso constituyente que proliferan en la actualidad. Se suman a la campaña: políticos -obviamente-, pero también periodistas, radio locutores, “influencers” y más gente con o sin posibilidad de tener un impacto comunicacional aunque con unos intereses más o menos claros. Entre ellos, además, están los actores chilenos, quienes en general actúan como agentes subvencionados del aparataje estatal, cuya justificación se basa principalmente en creer que representan lo más avanzado del espíritu humano: la señora Cultura.

Los actores en diversas campañas e instancias del acontecer nacional han aprovechado de sacar su tajada y no desperdiciarán esta nueva oportunidad. ¿Cómo lo harán? pues fácil, recurriendo hasta más no poder, hasta el hastío, al folklorismo abajista repleto de vulgaridades, que no se refleja tan solo en su estética, sino que sobre todo y de la forma más peligrosa, en sus ideas. Tenemos el caso de Luis Dubó, un bufón de categoría, ya que según se dice es probablemente el actor que más películas ha grabado en Chile; lo que quizás podría significar ser el número uno en la liga de los parásitos -funcionales- del Estado.

En el siguiente vídeo, Dubó, burlándose de la inteligencia de las clases populares, en un juego aparentemente didáctico, pero tremendamente forzado y simplón nos llama a votar Apruebo:

¿Cuánto más vamos a soportar que nos traten como imbéciles? Es tiempo de tirar por los suelos esta cultura degradante. Chile no es la excepción, en la Rusia zarista Lenin ya tuvo que enfrentarse a gentuza de esta clase, él fue un demoledor acérrimo de las posturas vulgares y la populachería (algo totalmente contrario a ser popular). Les compartimos un pequeño artículo del año 1901, que se puede encontrar en el libro Lenin Acerca de la Prensa de la editorial Progreso, titulado ACERCA DE LA REVISTA “SVOBODA” que nos sirve como orientación para desenmascarar a estos estafadores de la cultura administrada.